Flash Informativo: Abril 8 de 2022

El ser humano, es un ser de costumbres y esto lo podemos ver reflejado en el ámbito laboral. Muchas veces las personas prefieren la rutina y llevar sus actividades de la misma forma en su lugar de trabajo antes que enfrentarse a algún cambio. Rara vez admitimos variar algo de la rutina, en el ámbito laboral los cambios por lo general son vistos de manera extraña, sobre todo porque implica aprender a hacer algo nuevo y tener que salir de la zona de confort y cuando se es aceptado el cambio, el proceso de adaptación puede generar resistencia y por lo general cuesta un poco.

¿Qué puede pasar cuando se resiste al cambio?

Para dar respuesta a esta pregunta, desde el Sistema de Gestión de Calidad VAF, le compartimos la siguiente historia de dos organizaciones a nivel mundial.

¿Alguien tiene un Nokia?… ¿nadie?
¿Y un BlackBerry? … ¿tampoco?

 

Estos son dos casos empresariales que no supieron cómo adaptarse al cambio.

BlackBerry y Nokia, corporaciones que en años pasados llegaron a estar dentro de las primeras empresas a nivel mundial de fabricación de dispositivos móviles. ¿Qué sucedió? Estas dos empresas se negaron a competir en el negocio de los Smartphone.

Nokia se fue aislando cada vez más frente a los teléfonos inteligentes de Apple y Samsung, hasta el punto de que en el año 2012 se empezó a especular sobre su posible quiebra. En septiembre de 2013 fue absorbida completamente por el gigante Microsoft para evitar su total desaparición.

BlackBerry otra empresa tecnológica que tampoco se supo adaptar al cambio, durante el 2008 el gigante BlackBerry obtuvo a nivel mundial el 45% del mercado de telefonía móvil. En el año 2013 la no adaptación a los diferentes cambios tecnológicos llevo a esta compañía a obtener solo el 2,1% en el mercado y sus acciones perdieron hasta el 94% de su valor en un término de 5 años.

Ahora, respondiendo a la pregunta ¿Qué puede pasar cuando se resiste al cambio?
Cuando se resiste al cambio se puede llegar a tener un destino similar al de estas dos organizaciones, que por temor e inseguridad terminaron por quedar obsoletas o fuera del mercado, se quiera o no, el cambio inevitablemente va a ocurrir, lo único que se puede hacer es responder con flexibilidad, adaptabilidad y lo más importante, la disciplina de aceptar aquello que la globalización nos impone.

¿Está dispuesto al cambio?